Como seguramente ya todos saben, he pasado los últimos días en la playa. Es una especie de tradición familiar esta de venir cada semana santa a Barra de Navidad/Melaque, hospedarnos en el mismo hotel de tercera desde hace 45 años que se conocieron quien-sabe-quiénes aquí, lidiar con la misma gente, meternos al caldo de naco en que se convierte el mar (ni hablar de la alberca), jugar voley en la playa, terminar golpeados y cenar unos chocomiles con güevo de godorniz en el mercado municipal.
A pesar de lo mal que pueda parecer eso, yo soy una mujer de costumbres y disfruto mucho venir aquí. Lo previsible de toda la semana le da un extra a mi relax ya que no hay sobresaltos, no hay cuestiones inesperadas, todo es lo mismo año con año; pero sobre todas las cosas, me gusta porque me da un escaparate hermoso a la clase media mexicana que en todo su esplendor viene a adornar las playas durante los días santos, justo como en mi infancia me lo contaban Pedro, Pablo y Paco:
Aquí en Melaque, municipio de San Patricio, Jalisco (que de irlandeses nada más se comparte la manera de beber) podemos apreciar muchas de las "bellezas naturales" expuestas en las veintitantas fabulosas películas que hizo ese trío. Las que más me gustan son:
- Las señoras con playera del PRI/PAN/PRD/PEJE metiéndose al mar.
- Los señores panzones usando speedo.
- Los niños con pañal nadando en el mar.
- Los inflables de delfín, ballena, cocodrilo o similares.
- Las carpas de sábana.
- Los shorts hechos de jeans cortados... naaaaaais.
- Las playeras para hombre con resaque y con hoyitos (estilo NFL)
- Los señores son sus "chores" playeros, sin camisa... y con las fundas del nextel y el celular en el resorte.
Y un sinnúmero de cuestiones más, que más que socioeconómicas son socioculturales (la verdad es que uno llega aquí y se mimetiza, lo descubrí al día siguiente que mi prima salió con huaraches y calcetines) pero que ah que bonita hacen la vacación.
Ser naco sí es chido.
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